miércoles, 26 de diciembre de 2007

Jacinto Bistro

El viernes 14 de diciembre fuimos cenar con mi novia Laura a Jacinto Bistró, para celebrar un mes más de relación. La elección del lugar fue un tanto fortuita, ya que conocí el lugar pasando en taxi por la puerta, la fachada me llamo la atención, agendé la dirección (Jacinto Ríos 126) y fuimos sin reserva previa.

Jacinto Bistró, es una pintoresca casona del polo gastronómico de barrio General Paz, al llegar se distingue su entrada por recorte que realiza la iluminación del resto de la edificación de la cuadra. En la misma puerta de entrada se encuentra un pizarrón con la sugerencia del chef, un detalle de pintoresco y de calidez.Al ingresar al lugar nos recibe una camarera, muy amable, y nos invita a recorrer las diferentes habitaciones para que escojamos en cual queremos cenar. Un detalle para remarcar es que el lugar cuenta con un patio amplio, dato interesante a al a hora de escoger donde cenar en esta calurosas noches estivales.

Elegimos una mesa cerca de una ventana que da a la calle. La habitación esta muy bien decorada, al igual que el resto del establecimiento, con fotos enmarcadas.

Nos sentamos, nos traen la carta
Como apetizzer, nos acercan pimientos asados,

Y panes y grisines de elaboración propia.

Desde ese momento ya se comienza a notar un sabor definido, intenso y equilibrado, un juego de texturas y sabores, que será un dominante a lo largo de la cena.

La carta ofrece opciones muy interesantes y sabrosas, por lo que nos cuesta decidirnos, el hecho que la elección tarde hace que la moza reponga dos veces la bandeja con panes y masas. El plato elegido es unánime

Entrecotte relleno con hongos, en salsa de infusión de pimientas, puré de papas ahumado, y salteado de verduras de estación.

La cena demora lo que generalmente tarda en hacerse un entrecotte en punto cocido. El plato llega muy bien decorado y desprendiendo aromas que predispone a disfrutar.

Lo que más me atrajo en la elección del plato era el puré ahumado, por ende fue lo primero que probé. Fue la experiencia gastronómica mas gratificante del año, ese puré esta en el top 1 de los sabores probados en el 2007. He comido muchos purés aderezados de muchas formas y con muchos ingredientes extras, pero este se lleva el premio de oro. La carne y la salsa de pimientas están a la altura de la circunstancias, conjuntamente con el salteado acompañan y se complementan de manera excelente.

No se si les ha ocurrido, de probar una comida y decir para uno mismo pero en voz alta, “que rico que es esto”, “que bueno que está”, pues yo lo hice repetidamente durante los cinco primeras veces que me lleve comida a la boca.
Lo que hace más delicioso el plato es que a pesar de los sabores intensos que se combinan nunca se satura el paladar, siempre hay una sensación de complemento, de armonía, de redondez. Los sabores en boca los describiría como esféricos, ya que no se nota una arista que sobresalga o que moleste, una combinación perfecta. Me encuentro en la tentación de seguir describiendo los sabores y las sensaciones que me producían los elementos en la boca, pero lo voy a evitar.


Debo decir que la porción del plato principal es generosa, y sumado al apetizzer la verdad queda poco espacio para el postre, por eso fue uno solo y compartido.

Frutillas a la pimienta negra flambeadas en coñac y helado de canela.
Después de un plato tan delicioso el postre nos había generado expectativa y no nos decepcionó.
Me habían recomendado varias veces las frutillas con pimienta negra y la verdad tenían es una experiencia que hay que probar. Es realmente increíble el efecto potenciador que genera la pimienta en los sabores del postre. La cremosidad del helado y la sutileza de su sabor, el dulzor de la frutilla flambeada explotaban en la boca al combinarse con la pimienta elevando su sabor en forma exponencial.
Realmente fue una cena excelente, con sabores intensos, definidos, armónicos y complementarios. Totalmente recomendable, un lugar para recomendar ciento por ciento, de lo mejor de la ciudad.


Precios de Referencia:
- Entrecotte relleno con hongos, en salsa de infusión de pimientas, puré de papas ahumado, y salteado de verduras de estación. $ 30.00
- Frutillas a la pimienta negra flambeadas en coñac y helado de canela: $ 10.00
- Agua con Gas: $ 4.00

martes, 20 de noviembre de 2007

Felisa Kalea

El viernes nueve de noviembre fuimos a cenar con mi novia Laura a Felisa Kalea. Es un restaurant emplazado en una casona del barrio General Paz, en la calle pringues 383.
Al llegar, el lugar resalta del resto de la cuadra, en color claro de la fachada, remarcado por la iluminación recorta la casona del resto de las edificaciones de la cuadra.
Un gran ventanal de vidrio fijo deja ver el interior del restaurant, una puerta muy alta un pequeño pasillo llevan a una puerta vidrio que permite el acceso al local.

Nos recibe una señorita y nos consulta si tenemos reserva. No tenemos, pero las reserva era para una degustación que se realiza en el salón principal, que se encuentra en la parte posterior. Nos ubican en una mesa para dos en la parte de adelante del local, cerca del ventanal.


El salón está ambientado en un estilo minimalista, paredes en blanco radiante, mesas y sillas en color negro y algunos toques de color dados por recipientes de vidrio con agua y piedras en un verde esmeralda.


Nos dejan la carta, mientras elegimos, nos traen un apettizer, crema de roquefort y tostadas


Como entrada, Laura

elige panettone de jamon crudo ($12.00)


dos rodajas de pan sarteneado con oliva, y entre ambos una porción generosa de jamon crudo. Muy buen jamón, con mucho carácter y sabor, pero a la vez de textura dócil en la boca, una entrada de sabor intenso.
Mi entrada
focaccia de pollo y champigñones capresse ($12.00)

rodaja de pan tostado, cubitos de pollo guisado, cgampigñones salteados, tomates secos hidratados, unas hojas de albahaca, todo esto cubierto con una feta de mozzarela gratinada. Demás está decir la intensidad de sabores reunidos en una pequeña rodaja de pan. Muy sabroso, y este impacto de sabor abre el apetito y uno se predispone de buena manera para el plato principal.
Debo decir que la entrada demoró un poco mas de lo que se puede esperar una entrada, hay que tomar como atenuante que había mucha gente en la degustación y el lugar estaba abocado casi completamente al evento.
Lo bueno fue que los platos principales demoraron mucho menos de lo que esperábamos en comparación con la entrada, asi que podemos decir que la cuestión de la demora quedó equilibrado y en realidad si tengo que esperar prefiero esperar para la entrada y no para el principal.

Laura eligió tubo de calamar relleno en su salsa ($20)

Un tubo de calamar relleno con espinacas y tentáculos, acompañado cebollas glaseadas y aros de calamar. Muy bella la presentación, es difícil darle una buena estética al calamar por el color oscuro que tiene, y la verdad en este caso estaba muy logrado.
Yo elegí, como principal, raviol de salmón en salsa cremosa y huevas de pescado ($26)


Cuatro ravioles muy bien presentados, con mucho contraste la decoración del plato.
El sabor era realmente increíble, con una gran textura, en el relleno se podía identificar claramente lo trocitos de salmón. La salsa a base de crema con huevas y hierbas podría resumirse en la palabra celestial. En cada bocado estaba capturada la esencia más deliciosa del mar. La verdad tengo que decir, que cuando vi el plato, me pareció algo escasa la porción. Pero al ser el sabor tan concentrado e intenso creo que es la cantidad justa.
La cena estuvo dominada por la intensidad y la complejidad de sabores, el diseño del local es minimalista, los sabores exuberantes, el clima distendido, y cálida la atención. Una combinación muy agradable que hacen de este Felisa Kalea un lugar para volver y por su puesto para recomendar.

Precios de referencia

- panettone de jamon crudo $12.00
- focaccia de pollo y champigñones capresse $12.00
- tubo de calamar relleno en su salsa $20.00
- raviol de salmón en salsa cremosa y huevas de pescado $26.00
- Agua con gas: $3.00

miércoles, 10 de octubre de 2007

Doña Anastasia

El miércoles 3 de octubre fui con mi novia Laura a cenar a Doña Anastasia.

Conocida Marisquería ubicada en Bv San Juan Y Cañada, por pocos días más, ya que avisaron que se mudan a barrio general paz, por 24 de Septiembre cerca de la plaza.
Así que sin saberlo fue una cena de despedida del lugar. La verdad una lástima ya que era una muy buena opción sin tener que alejarte de nueva córdoba.
Bueno, llegamos alrededor de las 22:30, fuimos para la parte de atrás del restaurant que es más espacioso y a la vez más íntimo.
Como es habitual los mozos te reciben de manera muy cordial, creo que este es uno de los lugares donde mejor te atienden, hay buen a predisposición, simpatía y naturalidad, lo que me hace sentir muy cómodo.
La verdad que cuando me enteré que se mudaban todo lo que miraba se teñía de melancolía y un poco de nostalgia, cuando sabes que nos vas a volver a ver algo es como que de repente se vuelve un poco más lindo.

Vamos a pasar a lo realmente importante de todo esto. La noche estaba calurosa, por lo cual tenía ganas de comer algo liviano. Dentro de las sugerencias el salmón y la trucha, que era lo que tenía ganas de comer, venían acompañados con crema y manteca respectivamente. Quería un sabor más ligero, así que me decidí

por un lenguado grillé ($24.00), guarnecido con una ensalada de rúcula, cintas de muzzarella, tomates secos y champiñones macerados ($7.00).
Una combinación de sabores simples pero con personalidad que no pueden resultar en otra en cosa que una muy buena cena. Son esos platos que a pesar de la simpleza seducen al paladar, cada bocado va resaltando un sabor y se van mezclando con el próximo y con el anterior.
Laura
optó por un mero grillado ($18.00) acompañado con una ensalada de rúcula, achicoria y tomate ($7.00).


Los comentarios de Laura respecto de su plato coincidían con los míos, simpleza, balance frescura y sabor.
Una cena tranquila una muy buena atención, buen ambiente, sabores simples definidos y bien complementados, sazonados un toque de nostalgia con sabor a despedida.

Precios de referencia:
lenguado grillé $24.00
ensalada de rúcula, cintas de muzzarella, tomates secos y champiñones macerados $7.00
mero grillado $18.00
ensalada de rúcula, achicoria y tomate $7.00
Agua con gas: $4.00

viernes, 28 de septiembre de 2007

Karma Blue

El miércoles 26 de septiembre sali a cenar con mis amigos Caro y Juan. El destino escogido Karma Blue, resto que se ubica en la zona de Nueva Córdoba, en al calle Estrada
Había leído sobre este lugar en una nota de la sección gastronomía del portal
www.cordoba.net, donde la reseña era bastante favorable. Más allá de este punto lo que me sedujo de lugar fue la estética exterior, la cual me atrajo una par de días antes caminado por Estrada.
Mis amigos confiando en mi criterio aceptaron que fuéramos a conocer este lugar.
Antes de entrar se puede apreciar un gran concepto estético aplicado al restaurant. Una importante ventada de vidrio fijo al lado de una impactante puerta de metal, pesada y de dos hojas. Una mezcla de concepto industrial con toques de refinamiento.
El interior de dos plantas, habilitada solo al inferior, por lo menos esta noche que fui, armada con mesas negras y paredes blancas, un combinación que no falla a la hora de darle un toque de elegancia y vanguardismo a los locales gastronómicos. Las paredes como ya dije blancas decoradas con fotografías, algunas muy buenas, trabajadas en recortes y planos detalle de la figura humana. Los marcos de la fotografía estaban pintados en color metalizado, reforzando esta idea industrial de la puerta de ingreso.

La carta, acorde a los criterio estético del lugar confeccionada con una tapa de metal con el nombre lugar calado en la misma.
Las hojas, en papel de buen espesor de color metalizado. Como habrán notado, mucho diseño, mucha estética. Pero vamos ahora a untar de detalles un poco negativos.

Como parte de la decoración se aprecian varias pantallas de plasma mas una principal de formato 16/9 (cine). Lo cual puede entenderse como un toque de vanguardismo, de estética hi tech, lo que no puedo entender es en todas esas pantallas se emita un partido de la copa sudamericana, mas precisamente boca vs. san pablo. Me encanta el fútbol, soy de los que miran partidos de todas las ligas de Europa, son hincha de boca, pero si decido ir a cenar a un lugar donde invierten tanto en el diseño y la estética, que se esmeran en detalles que pretenden glamour, no quiero que se este pasando un partido de fútbol con lo que eso implica, una gran mesa con numerosas personas pendiente del partido, comentando y vociferando cada jugada. Gente de karma blue, ¿quieren una bar futbolero? No deberían haber invertido tanto de decoración no es necesario. ¿quieren un resto de vanguardia? Sacan los televisores y pongan un buen dj, o al menos no trasmitan partidos de fútbol, en los horarios de cena. Otro detalle, revisen los errores de ortografía de la carta que son varios.
Bueno voy a tratar de relajarme y comentar lo específico de la cena. Mi elección, Suprema de pollo rellena con mousseline de hongos, con salsa de pimientas, guarnecido con arroz cremoso y mix de brotes. ($20.00) No se si estaba muy entretenido con mis amigos pero tengo la sensación que la comida llegó realmente rápido. Los paltos muy bien presentados, no podía esperarse menos.
La pechuga entera, con la patita del ala, y sin nada de piel, lo cual me sorprendió agradablemente. Estaba cocida a punto con una textura casi perfecta. El relleno de hongos generoso, suave y sabroso, la sala de pimientas acompañaba perfectamente, nada invasiva, otro logro del plato. EL arroz bien cremoso, de sabor sutil y agradable. La ensalada de brotes nunca llegó, pues lo que había en el plato eran hojas de rúcula, apio y lechuga. No estaba nada mal pero espera algunos brotes. El sabor y texturas del plato se integraban notablemente en uno general que puede resumirse como muy sabroso y ala vez delicado.
Mis amigos pidieron sorrentinos de salmón con salsa de liliáceas (puerro, verdeos etc)
y cintas verdes salteadas con verduras.
No los probé pero a ninguno de los les `pareció nada fuera de lo común.
Resumiendo, el lugar es muy bonito, puedo decir que algunos platos son muy interesantes, y hasta recomendables, pero si están planeando ir a cenar karma blue, antes compren el Olé y chequeen que no haya partidos de copa esa semana. Si no hay, pueden ir tranquilos de lo contrario canilleras o llevan gorro, bandera y bincha.

Cebiche

El sábado 22 de septiembre fui con mi novia Laura a cenar a cebiche, restaurant peruano que se sitúa en la creciente zona gastronómica del barrio de Alta Córdoba.
Había tomado conocimiento del lugar en mis habituales visitas al sito en línea de bares de Alta Córdoba (
www.baresdealtacordoba.com.ar).
Típico resto de la zona, casa antigua, entrada vistosa muy bien decoradas por banderas auto referenciales y que se encuentran iluminadas especialmente, puedo decir que este conjunto de electos decorativos logran un muy buen efecto, decididamente invitan a entrar, y como siempre digo, cuando se va sumando buena predisposición, se disfruta mucho más la comida.
(imagen tomada de la home page del restaurant ww.cebiche.com.ar)

Llegamos alrededor de las 22:45, y el lugar estaba casi completo. Nos recibió una de las mozas, muy simpática y muy calida.
El lugar esta muy bien ambientado, es amplio, cómodo y bien iluminado, por bien me refiero a que la cantidad de luz es adecuada, no excesiva.
(imagenes tomada de la home page del restaurant ww.cebiche.com.ar)


Bien, pasamos a lo más importante. Mi novia nunca había estado en un restaurant peruano, razón por la cual la entrada era inevitablemente cebiche y papas a la huancaína. Pedimos ½ porción de cebiche mixto (lomito de atún y calamar) ($8,50) y las papas ($6,00). El cebiche estaba en su punto justo de acidez y picor, sabroso y sutil, fresco y generoso. Y las papas a la huancaina son las mejores que he probado en Córdoba. Me fascinó la textura suave y cremosa de la salsa.
Los platos que siguieron fueron arroz chaufa con mariscos ($26.5) y pescado con salsa de verduras salteadas ($14.00)
El arroz chaufa, que fue el plato que pedí, estaba impecable. Arroz bien graneado, de color amarillo intenso, y con una generosa cantidad de mariscos, entre los que había camarones, mejillones y tentáculos de calamar, más trozos de lomito de atún. El arroz y los mariscos salteados con verduras y juliana de omelette.
El sabor era delicioso, la porción abundante y la presentación prolija. Como dije antes, impecable.
El otro plato, pescado con salsa de verduras salteadas, lomito de atún a la plancha (en la carta todos los platos traen el pescado a la romana, lo solicitamos a la plancha) con una salsa de verduras en juliana salteadas con agregado de caldo y una porción de arroz blanco. El pescado estaba a punto, dorado y jugoso, la salsa suave y sabrosa acompañaba sin tapar el sabor del pescado (como creo que deben ser las salsas para pescados). Este plato también en porción generosa con buena presentación.
Puedo comentar que la carta tiene una buena variedad de platos que pasan por carnes pollo y pescados, como así también las entradas, Un detalle importante es que el restaurant tiene platos fuera de la gastronomía peruana, para aquellas personas que no se animan con las cocinas regionales de otras latitudes.
Totalmente recomendable y como ya comente la amplitud de la carta invita a volver para seguir degustando los sabores del paraíso gastronómico de Latinoamérica.
Precios de referencia
½ porción de cebiche mixto $8,50
Papas huancaina $6,00
Arroz chaufa con mariscos $26.5
Pescado con salsa de verduras salteadas $14.00
Agua con gas $3.00

miércoles, 15 de agosto de 2007

Gran Avenida

El domingo 12 de agosto fui a almorzar Gran Avenida, un restaurant de Barrio General Paz ubicado en la Av. 24 de Septiembre pasando Feliz Frías. Fui con mi hermana Ivanna, su marido Hector, y su hijo Joaquin (mi ahijado) y Laura mi novia. No sabia de la existencia de este lugar.
Desde afuera se nota que es un lugar de dimensiones importantes, con grandes ventanales de vidrio esmerilado. Al ingresar se confirma el gran espacio del salón. El piso es de madera las paredes tienen el ladrillo a la vista bien rustico y las paredes están cubiertas por publicidades, diarios y revistas de muchos años atrás. Esto logra un ambiente cálido y acogedor, incluso podría agregar de clima familiar. La primera impresión es más que buena.
Tengo que admitir que esa buena imagen de ambiente familiar me despertó cierto prejuicio antes de abrir la carta. El prejuicio al que me refiero es que pensé en la oferta iba a ser muy tradicional incluso algo acotada. Pues debo decir que me equivoqué rotundamente, ya que la carta es variada y tiene opciones mucho mas que interesantes. Lo que má me atrajo fueron las pastas, ya que aparte de tallarines había tagliatelles y pappardelles, los que no suelen ser muy habitual salvo que vayamos a un restaurant típico italiano. Incluso había opciones de pastas rellenas no tan comunes, como por ejemplo sorrentinos de pescado y ravioles de hongos. Indicios que sugieren que las pastas pueden ser producidas en el lugar. Además lo más interesantes me pareció la gran variedad de cocciones que se ofrece de las pastas, podían ser la tradicional hervida, fritos, a la plancha y al horno. Vale también remarcar que aparte de las salsas clásicas tabién se podían elegir algunas interesante como pesto de rúcula, crema de pimientos asados y salteado de calamar, rúcula y tomate.
La verdad que me entusiasmó mucho ver estas opciones, estaba con gran ansiedad y mucha predisposición para recibir los platos.
La elección que hice fue sorrentinos hervidos de pescado con salteado de calamar, rúcula y tomate, Laura eligió ravioles de hongos al horno con pesto de rúcula.
Antes de los platos llegó un appetizer de queso crema con verdeo y unos panecillos caseros con grasa y calentitos muy bueno.
Bueno, a la mesa que llegaron las pastas. El mozo, muy cordial y educado, deposita frente a mí un plato cargado con 10 sorrentinos, si así es 10 sorrentinos del tamaño habitual de los mismos. Venían bien calientes y con gran cantidad de tentáculos de calamar, mucha rúcula salteada y tomate concasse. Tengo que decir que se notaba la salsa recien hecha, frescura, sabor y textura. Los sorrentinos a punto, y con mucho relleno, el cual podía masticarse y sentirse el sabor a pescado. Tengo que decir que comí una de las pastas mas ricas que he probado en cordoba, me atrevo a ponerla en top 3. y como si no fuera suficiente que estaba deliciosa era mucho mas abundante. Creo que nunca quedé tan satisfecho con un plato de pasta, creo que si venía un sorrentino más no podría haberlo comido.
Pasemos a los ravioles de hongos al horno con pesto de rucula. Que puedo decir, Supremos. La crocantes de la pasta horneada y la cremosidad del abundante relleno de hongos rozaban el punto de la excelencia. El pesto muy bueno, con gran catidadde nueces.
Nunca había tenido conocimiento de la cocción de las pastas en el horno, hbaia visto fritas, hervidads y salteadas, al vapor, pero nunca al horno. Realmente increíbles.
Creo que esta demás decir que el lugar es recomendable, si quieren buenas pastas originales y además abundantes pues Gran Avenida es la opción. Tengo agendado un retorno a gran avenida para poder degustar un plato completo de esas pastas horneadas.

Precios de referencia:
sorrentinos hervidos de pescado con salteado de calamar, rúcula y tomate: $19,50
ravioles de hongos al horno con pesto de rúcula: $18:50
agua con gas: $2,50.

Las Rías de Galicia

El sábado once de agosto fui a cenar con mi novia Laura a las Rías. El motivo, o mejor los motivos, celebrar que yo había tenido una buena actuación en una presentación con el grupo de flamenco en el que bailo y la otra era adelantar la cena de aniversario ya que con Laura cumplimos tres años de novios en el transcurso de la semana.
Así fue que decidimos por las rías, queda cerca de Nueva Córdoba y es un lugar en el que sabes que siempre vas a comer bien.
Se puede comenzar diciendo que la atención es muy buena y el lugar es impecable. A pesar de no tener reservas, nos hicieron un lugar. Si van a ir un viernes o un sábado convienen hacer reservas ya que siempre hay show, tablado flamenco, por lo que suele estar lleno.
Esta vez las elecciones fueron atún con camarones al champagne y papas noissette y atún con salsa de champiñones y budín de vegetales.
La crema de camarones al champagne estaba sencillamente deliciosa., sabor cremosidad y acidez perfectamente equilibrada. El pescado estaba a punto y de las papas noissette lo que puedo decir es que me gustó el tamaño ya que eran pequeñitas como perlas, y decoraban mucho mejor el plato.
La crema de champiñones también estaba muy lograda, en este lugar logran salsas sabrosas y suaves a ala vez, hay un gran concepto de equilibrio. El budín de vegetales, estaba bien, puedo objetar que para mi gusto estaba pasado en cocción siempre las preparaciones con huevo me gustan que tengan humedad y este caso estaba un poco seco.
Como rara excepción, decidimos pedir postre, yo elegí mousse de chocolate y Laura optó por una copa de helado con dos sabores. El mousse estaba delicioso, cremoso, húmedo consistente, realmente un majar. También probé el helado, no se lo elaborarán en el restaurant o si lo comprarán, pero me sorprendió el sabor casero, el gusto a la crema, la textura y la consistencia.
Como dije al comienzo Las Rías de Galicia es una opción que nunca defrauda, se puede ir tranquilo a disfrutar de una gran cena, y si se quiere prolongar la velada se puede disfrutar del tablao después de las 00:00.

Precios de Referencia: atún con camarones al champagne y papas noissete $23
Mousse de chocolate: $8.5
Agua con gas: $2.5