Está muy bueno salir a cenar por la ciudad, pero a veces también está muy bueno quedarse tirado en el sillón frente a la tv, mirando una buena peli, un partido de futbol, de tenis, alguna serie o lo que surja de la navegación satelital. En esos casos la cena se resuelve telefónicamente con el servicio de delivey, o también ¿por qué no? con una recorrida por los incontables comercios de pizzas, lomos y empanadas que imperan en nueva córdoba, para elegir lo mejor de cada uno y armar una cena más interesante. Alguno estará pensando ¿para que ir hasta el lugar si te lo traen? Yo les pregunto ¿han intentado llamar a tres deliverys diferentes y tratar de coordinadar para que los pedidos lleguen con una diferencia menor a los 10 minutos? Se preguntarán nuevamente ¿porqué no pedir todo en un solo local? Porque no hay un solo local que pueda tener la mejores empanadas en todos sus variedas.
Por esta razón aquí va una pequeña lista de recomendaciones de empanadas y locales:
Empanadas Arabes: Emir, restaurant Arabe que se encuentra el Bv. Illia entre Bs. As. e Independencia. “Una locura nene” diría el bambino.
Empanadas de Pollo: La Pata. Pollería que está en Paraná y Balcarce. Las mejores empanadas de pollo que he comido. El pollo asado es buenísimo.
Empanadas de Atún: Strega. Pizzería que está en Obispo Salguero y Rondeau. Muy sabrosas y jugosas.
Empanadas de Matambre: Añoranza, empanadas en horno de barro. Horneadas en el momento, las de matambre cortado a cuchillo son superiores. También pueden probar las de berenjenas que son increíbles.
Empanadas de jamón y queso: la verdad no he encontrado un lugar que las haga de tal manera que resalte del resto.
Espero sugerencias porfa.
viernes, 22 de junio de 2007
Taberna Española
El domingo 10 de junio fui a almorzar a la Taberna Española. Me la habían recomendado como un lugar para comer mariscos y pescado a un precio muy accesible. Está en la Av. Sabattini cerca del túnel que lleva a San Vicente.
Es un restaurant que lleva más de 30 años en córdoba y se ve apenas uno entra. Ya que está ambientado con mobiliario de esa época, el cual se nota que no ha sido cambiado. Todo ese conjunto de elementos le da un toque muy vintage. Algunos detalles que me llamaron la atención, el lugar a manera de luz de emergencia tiene amurado en la pared unos soles de noche lo cual me pareció muy pintoresco.
Una carta amplia con variedad de pescado y mariscos, pero sin variedad de forma de preparación. Las opciones eran Lenguado, congrio, surubí, salmón, enrte otros, pero las formas de presentación eran tres, a la romana, a la vasca y al roquefort. Yo generalmente no como frituras (salvo excepciones como lo fueron las rabas que pedimos de entrada y que estuvieron muy buenas) por eso descarte la opción a la romana. No me gusta el queso azul con los pescados ya que es demasiado contundente y neutraliza su sabor . Y la verdad no tenía idea como era un pescado a la vasca, consultamos al mozo y nos explicó que era una salsa a base de aceite de oliva y tomate. Me pareció bien y pedí un lenguado a la vasca, la guarnición original era papas al natural y cambié esa guarnición por un omellete. Cuando trajeron el pedido la primera sorpresa con la que me encontré era que el lenguado estaba empanado y frito y tenía el agregado de la salsa. Lo cual me disgustó un poco porque no quería comer otra fritura. Pero bueno lo tomé como un error mío en no haber pedido más detalles de una forma de preparación que no conocía. Probé la salsa y la verdad no me gustó en absoluto era muy aceitosa pero lo peor era que tenía un agregado de vinagre, (el cual no consumo, siempre utilizo jugo de limón) supongo que la idea de darle acidez era aligerar la fritura, pero lo encontré demasiado agresivo. Un bocado de pescado con salsa bastó para que el ácido del vinagre colmara mis fosas nasales e invadiera toda mi boca. Tengo que decir que con la agresividad de la salsa y el sabor de la fritura era lo mismo ese lenguado que una merluza o un róbalo, el sabor del pescado estaba totalmente aniquilado. Más aun, el sabor tan ácido del vinagre me provocó un rechazo muy grande por lo que no comí el pescado. Mi mamá había pedido un lenguado grillé, otra sorpresa el filet vino empanado y frito. Este vino en una porción generosa por lo cual mi mamá compartió una porción conmigo, am pesar que yo no quería fritura pero a esa altura era lo menos peor. Lo que si me pareció bueno fue el omellete, increíble bien babé, realmente excelente.
Como conclusión puedo decir que no me gustan los pescados a la vasca, creo que fue mi error no indagar más, quien no tenga inconveniente con el vinagre y las salsas fuertes no va a tener problemas y va disfrutar de una porción abundante de pescado. Quiero volver porque vi pasar unas cazuelas de mariscos y unas paellas a las mesas contiguas que me antojaron de sobremanera. Y se veían realmente bien. Así que volveré por una revancha.
Es un restaurant que lleva más de 30 años en córdoba y se ve apenas uno entra. Ya que está ambientado con mobiliario de esa época, el cual se nota que no ha sido cambiado. Todo ese conjunto de elementos le da un toque muy vintage. Algunos detalles que me llamaron la atención, el lugar a manera de luz de emergencia tiene amurado en la pared unos soles de noche lo cual me pareció muy pintoresco.
Una carta amplia con variedad de pescado y mariscos, pero sin variedad de forma de preparación. Las opciones eran Lenguado, congrio, surubí, salmón, enrte otros, pero las formas de presentación eran tres, a la romana, a la vasca y al roquefort. Yo generalmente no como frituras (salvo excepciones como lo fueron las rabas que pedimos de entrada y que estuvieron muy buenas) por eso descarte la opción a la romana. No me gusta el queso azul con los pescados ya que es demasiado contundente y neutraliza su sabor . Y la verdad no tenía idea como era un pescado a la vasca, consultamos al mozo y nos explicó que era una salsa a base de aceite de oliva y tomate. Me pareció bien y pedí un lenguado a la vasca, la guarnición original era papas al natural y cambié esa guarnición por un omellete. Cuando trajeron el pedido la primera sorpresa con la que me encontré era que el lenguado estaba empanado y frito y tenía el agregado de la salsa. Lo cual me disgustó un poco porque no quería comer otra fritura. Pero bueno lo tomé como un error mío en no haber pedido más detalles de una forma de preparación que no conocía. Probé la salsa y la verdad no me gustó en absoluto era muy aceitosa pero lo peor era que tenía un agregado de vinagre, (el cual no consumo, siempre utilizo jugo de limón) supongo que la idea de darle acidez era aligerar la fritura, pero lo encontré demasiado agresivo. Un bocado de pescado con salsa bastó para que el ácido del vinagre colmara mis fosas nasales e invadiera toda mi boca. Tengo que decir que con la agresividad de la salsa y el sabor de la fritura era lo mismo ese lenguado que una merluza o un róbalo, el sabor del pescado estaba totalmente aniquilado. Más aun, el sabor tan ácido del vinagre me provocó un rechazo muy grande por lo que no comí el pescado. Mi mamá había pedido un lenguado grillé, otra sorpresa el filet vino empanado y frito. Este vino en una porción generosa por lo cual mi mamá compartió una porción conmigo, am pesar que yo no quería fritura pero a esa altura era lo menos peor. Lo que si me pareció bueno fue el omellete, increíble bien babé, realmente excelente.
Como conclusión puedo decir que no me gustan los pescados a la vasca, creo que fue mi error no indagar más, quien no tenga inconveniente con el vinagre y las salsas fuertes no va a tener problemas y va disfrutar de una porción abundante de pescado. Quiero volver porque vi pasar unas cazuelas de mariscos y unas paellas a las mesas contiguas que me antojaron de sobremanera. Y se veían realmente bien. Así que volveré por una revancha.
Cábala
El Sábado 02/06/2007 fui a cenar a Cábala, es un bistro que se encuentra en Alta Córdoba. Este es otro lugar que conocí por www.baresdealtacordoba.com.ar
Está un poco más alejado que los demás restos de la zona. Fiel al estilo general de Alta Córdoba, Cábala es una casona vieja que se encuentra en una esquina frnte a los hangares del tren . Es un lugar relativamente pequeño, rústico y simple, pero todo armonizado con buen gusto.
Un detalle interesante es que no tienen carta para la elección de los platos, sino que hay que acercarse a la parte principal del local y leer en un pizarrón que se encuentra en la pared las opciones para comer. La moza, muy cordial y amable, nos explicó que esto se debe a que suelen cambiar la “carta” mensualmente. Leyendo un poco en su página web esto era muy común en los bistrós de posguerra, donde se colocaban en un pizarrón los platos del día.
Bueno pasemos a lo que más importa. Yo pedí una trucha con almendras y alcaparras y de guarnición papas noisette a la crema. Mi novia Laura, pidió cazuela de mariscos. La moza nos advirtió que la cazuela iba a tener una demora de 40 minutos. Siempre me parece muy bueno que hagan ese tipo de aclaración, además te da la tranquilidad que vas a comer un plato hecho en el momento.
Como appetizer nos trajeron un babanoush (puré de berenjenas ahumadas) con pancitos caseros. Realmente muy pero muy buenos tanto los pancitos como el puré. Finalmente, llegó la cena sin más demora que la anunciada. La trucha de tamaño más que considerable, realmente generosa. Sobre la trucha venías las almendras fileteadas con alcaparras, no muchas, la cantidad necesaria para contrastar y no invadir, excelente, suitil y delicado. Las papas noisette venías fritas sobre un espejo de crema, suave crema de hierbas. Tengo que decir que la trucha estaba en el punto justo, y los sabores se combinaban contrastando y complementándose de una manera increíble. Sentí en mi boca una danza de sabores que me sorprendió debido a la simpleza del plato. Uno puede esperar este resultado cuando hay muchos ingredientes en juego pero en este caso me sorprendió muy gratamente. Lo primero que se me ocurrió comentar sobre mi plato fue “delicioso”.
Pasemos a la cazuela de mariscos. La sirvieron en una cazuela de hierro, la típica cazuela con orejas, desde lejos al ver eso ya te predispone de una manera especial. Tengo que decir que esta cazuela no sólo es abundante sino que muy variados los mariscos que la componen. Recuero haber visto (más visto, probado pues la porción fue mucho para mi novia así que luego de las trucha me quedó media cazuela para mí) Corrijo, recuerdo haber comido, mejillones, almejas, vieyras, algunas de ellas en sus valvas, (creo que so influye en increíble sabor que tiene) camarones, tentáculos de calamar y decorando por sobre todos los mariscos un gran langostino entero. Me hizo acordar a las mejores cazuelas que podes comer en las zonas de puertos.
Realmente fueron dos platos increíbles, y créanme que a un precio muy accesible.
Para finalizar puedo decir que es100% recomendable, un lugar agradable, muy buena atención, comida deliciosa y precios bajos. Tenés que pasar, por cábala, voy a volver.
Está un poco más alejado que los demás restos de la zona. Fiel al estilo general de Alta Córdoba, Cábala es una casona vieja que se encuentra en una esquina frnte a los hangares del tren . Es un lugar relativamente pequeño, rústico y simple, pero todo armonizado con buen gusto.
Un detalle interesante es que no tienen carta para la elección de los platos, sino que hay que acercarse a la parte principal del local y leer en un pizarrón que se encuentra en la pared las opciones para comer. La moza, muy cordial y amable, nos explicó que esto se debe a que suelen cambiar la “carta” mensualmente. Leyendo un poco en su página web esto era muy común en los bistrós de posguerra, donde se colocaban en un pizarrón los platos del día.
Bueno pasemos a lo que más importa. Yo pedí una trucha con almendras y alcaparras y de guarnición papas noisette a la crema. Mi novia Laura, pidió cazuela de mariscos. La moza nos advirtió que la cazuela iba a tener una demora de 40 minutos. Siempre me parece muy bueno que hagan ese tipo de aclaración, además te da la tranquilidad que vas a comer un plato hecho en el momento.
Como appetizer nos trajeron un babanoush (puré de berenjenas ahumadas) con pancitos caseros. Realmente muy pero muy buenos tanto los pancitos como el puré. Finalmente, llegó la cena sin más demora que la anunciada. La trucha de tamaño más que considerable, realmente generosa. Sobre la trucha venías las almendras fileteadas con alcaparras, no muchas, la cantidad necesaria para contrastar y no invadir, excelente, suitil y delicado. Las papas noisette venías fritas sobre un espejo de crema, suave crema de hierbas. Tengo que decir que la trucha estaba en el punto justo, y los sabores se combinaban contrastando y complementándose de una manera increíble. Sentí en mi boca una danza de sabores que me sorprendió debido a la simpleza del plato. Uno puede esperar este resultado cuando hay muchos ingredientes en juego pero en este caso me sorprendió muy gratamente. Lo primero que se me ocurrió comentar sobre mi plato fue “delicioso”.
Pasemos a la cazuela de mariscos. La sirvieron en una cazuela de hierro, la típica cazuela con orejas, desde lejos al ver eso ya te predispone de una manera especial. Tengo que decir que esta cazuela no sólo es abundante sino que muy variados los mariscos que la componen. Recuero haber visto (más visto, probado pues la porción fue mucho para mi novia así que luego de las trucha me quedó media cazuela para mí) Corrijo, recuerdo haber comido, mejillones, almejas, vieyras, algunas de ellas en sus valvas, (creo que so influye en increíble sabor que tiene) camarones, tentáculos de calamar y decorando por sobre todos los mariscos un gran langostino entero. Me hizo acordar a las mejores cazuelas que podes comer en las zonas de puertos.
Realmente fueron dos platos increíbles, y créanme que a un precio muy accesible.
Para finalizar puedo decir que es100% recomendable, un lugar agradable, muy buena atención, comida deliciosa y precios bajos. Tenés que pasar, por cábala, voy a volver.
viernes, 15 de junio de 2007
Carmen
Carmen es un restaurant de comida naturista que se encuentra en Nueva Córdoba, el calle Rondeau enrte balcarce y trasnsito cáceres.
En este caso no voy a indicar una fecha o un motivo por cual fui a Carmen ya que voy voy a almorzar todos los sábados. Sólo abre al medio día, por esa razón solo puedo ir los días que no trabajo.
Es un lugar encantador, una vieja casona, que la ingresar tiene un patio con una galería de enredaderas y unas mesas donde se puede almorzar. Ese patio parece mágico, ya que al sentarte bajo esas enredaderas la paz y la serenidad que se perciben dan la sensación que te fusites muy lejos de nueva córdoba.
Hay una variedad importante de comidas, todas ellas muy saudables, a base de legumbres, cereales, verduras curdas y horneads com así tamién masas integrales. El menú incluye sopa y un appetizer de mayonesa casra y pan integral (tambien fresco y casero) que yo describiría como sublimes.
De la gran ariedad de comidas puedo recomendarle las tartas, la mixta y la de tomate, sobresalen. Orto opción que nunca falta en mi menú es la ensalada de arroa integral, un placer increible. Todo esto a unprecio realmente muy accesible.
Les recomiendo que se animen, creanme que es posible comer sano y rico al msimo tiempo.
En este caso no voy a indicar una fecha o un motivo por cual fui a Carmen ya que voy voy a almorzar todos los sábados. Sólo abre al medio día, por esa razón solo puedo ir los días que no trabajo.
Es un lugar encantador, una vieja casona, que la ingresar tiene un patio con una galería de enredaderas y unas mesas donde se puede almorzar. Ese patio parece mágico, ya que al sentarte bajo esas enredaderas la paz y la serenidad que se perciben dan la sensación que te fusites muy lejos de nueva córdoba.
Hay una variedad importante de comidas, todas ellas muy saudables, a base de legumbres, cereales, verduras curdas y horneads com así tamién masas integrales. El menú incluye sopa y un appetizer de mayonesa casra y pan integral (tambien fresco y casero) que yo describiría como sublimes.
De la gran ariedad de comidas puedo recomendarle las tartas, la mixta y la de tomate, sobresalen. Orto opción que nunca falta en mi menú es la ensalada de arroa integral, un placer increible. Todo esto a unprecio realmente muy accesible.
Les recomiendo que se animen, creanme que es posible comer sano y rico al msimo tiempo.
Anis del Mono
A este lugar lo conocí un domingo a la tarde camino hacia la feria de las pulgas. Está ubicado en la calle San Luis antes de llegar a Velez Sarfield.
El motivo que elegí para ir a cenar un miercoles de marzo fue festejar un mes más de noviazgo.
Me gustó el lugar al entrar, muy simple con algunos objetos vintage. La verdad que entré bastante influenciado en lo que iba a comer, ya que el lugar cuenta con un asador que se ve desde la calle y las pizas que se asaban me atojaron de sobremanera.
La carta incluia pastas y varias comidas que no recuerdo porque la elección ya venía cerrada desde la calle. Además de pizza había calzonis y fue esta la opción que elegimos, un calzoni de rucula y champiñones.
El servicio fue rápido, el calzoni vino en una tabla de madera, como a mi me gusta. Para mi la piza o el calzoni tienen un sabor especial cuando se comen sobre una tabla de madera.
La masa estaba espectacular, finita, crocante, liviana, el sabor inconfundible de la masa fresca y recien horneada, bueno en este caso hecho a la parrilla.
Relleno abundante y queso generoso, ese queso que fluye al cortar el calzoni y arrastra consigo el perfume incofudible de rúcula. De las mejores masa que he probado en córdoba.
Lugar ameno, luz tenue, salón amplio y mesas separadas. Calidez, discreción e intimidad. Música estimulante allá a lo lejos. Sabores artesnales, armónicos equilibrados. Con vista, olfato, y gusto se puede disfrutar de este anis, anis del mono.
El motivo que elegí para ir a cenar un miercoles de marzo fue festejar un mes más de noviazgo.
Me gustó el lugar al entrar, muy simple con algunos objetos vintage. La verdad que entré bastante influenciado en lo que iba a comer, ya que el lugar cuenta con un asador que se ve desde la calle y las pizas que se asaban me atojaron de sobremanera.
La carta incluia pastas y varias comidas que no recuerdo porque la elección ya venía cerrada desde la calle. Además de pizza había calzonis y fue esta la opción que elegimos, un calzoni de rucula y champiñones.
El servicio fue rápido, el calzoni vino en una tabla de madera, como a mi me gusta. Para mi la piza o el calzoni tienen un sabor especial cuando se comen sobre una tabla de madera.
La masa estaba espectacular, finita, crocante, liviana, el sabor inconfundible de la masa fresca y recien horneada, bueno en este caso hecho a la parrilla.
Relleno abundante y queso generoso, ese queso que fluye al cortar el calzoni y arrastra consigo el perfume incofudible de rúcula. De las mejores masa que he probado en córdoba.
Lugar ameno, luz tenue, salón amplio y mesas separadas. Calidez, discreción e intimidad. Música estimulante allá a lo lejos. Sabores artesnales, armónicos equilibrados. Con vista, olfato, y gusto se puede disfrutar de este anis, anis del mono.
jueves, 14 de junio de 2007
Umbertía
El día 8 de marzo fui a cenar a Umbertía, es un resto que está en alta cordoba el cual conocí por la página www.baresdealtacordoba.com.ar la cual suelo consultar antes ir para aquella zona. Obviamente el motivo fue agasajar a mi novia Laura por el día internacional de la mujer.
El lugar es muy agradable, una casa amplia con diferentes habitaciones con decoración moderna y sobria, además en el lugar se exponen obras de artistas locales, la verdad está muy bien ambientado.
Aquella noche yo pedí un salmón rosado grillé con puré de calabaza y Laura pidió una pechuga de pollo grillé y un puré de papas.
Para mi gusto el salmón estaba pasado, tenía el centro totalmente cocido (el resto de las carnes me gustan cocidas pero particularmente el salmón me gusta con el centro sólo tibio. Pero bueno, no puedo decir que estuviera incomible, me gusta más jugoso, tal vez no lo enfaticé lo suficiente al momento de hacer el pedido. El puré bastante desabrido, lo catalogaría como olvidable. Ahora bién la pechuga que pidió Laura estaba mucho más que pasada, estaba totalmente seca y dura, de tanta cocción que había tenido estaba realmente amarga, ahí si no me queda otro calificativo que incomible. No se si habrá sido ese, si el chef era un neófito, o simplemente no sabía sobre puntos de cocción. Ero toda la buena impresión que me causó el lugar al llegar se transformó en un “no vuelvo más”.
El lugar es muy agradable, una casa amplia con diferentes habitaciones con decoración moderna y sobria, además en el lugar se exponen obras de artistas locales, la verdad está muy bien ambientado.
Aquella noche yo pedí un salmón rosado grillé con puré de calabaza y Laura pidió una pechuga de pollo grillé y un puré de papas.
Para mi gusto el salmón estaba pasado, tenía el centro totalmente cocido (el resto de las carnes me gustan cocidas pero particularmente el salmón me gusta con el centro sólo tibio. Pero bueno, no puedo decir que estuviera incomible, me gusta más jugoso, tal vez no lo enfaticé lo suficiente al momento de hacer el pedido. El puré bastante desabrido, lo catalogaría como olvidable. Ahora bién la pechuga que pidió Laura estaba mucho más que pasada, estaba totalmente seca y dura, de tanta cocción que había tenido estaba realmente amarga, ahí si no me queda otro calificativo que incomible. No se si habrá sido ese, si el chef era un neófito, o simplemente no sabía sobre puntos de cocción. Ero toda la buena impresión que me causó el lugar al llegar se transformó en un “no vuelvo más”.
El Arrabal
El arrabal es un restaurant temático de tango, para quien no lo conoce, está en la esquina de fructuoso rivera y Belgrano.
Fue en el mes de febrero, la excusa, celebrar San Valentín. Fui con mi novia (Laura), previa reserva es un lugar muy concurrido, sobre todo por extranjeros. Asi que si van a ir siempre conviene hacer un llamadito y reservar la mesa.
En este lugar se sirve un menú completo de entrada plato principal y postre, suele haber dos opciones por precio y hay dos precios de menús.
Aquella noche pedí de entrada: ensaladilla con verdes de rúcula, endibias, champignones, tomates secos y concasse de ave, con alineo de oliva, miel y aceto en tulipa de masa crocante. El plato principal fue medallones de cerdo rellenos en salsa de papaya y mango con guarnición de tian de vegetales. El postre mil hojas de manzanas, con helado de mascarpone salsa y figura de caramelo. Quiero decir que no es que me acuerdo de memoria todo esto, acabo de entrar a la página del arrabal y busqué en la carta el menú que habia elegido ya que me acordaba algunos de los elementos del plato).
Bien vamos a lo interesante, el lugar es muy lindo ya había ido un par de veces antes. Está muy bien ambientado y la atención es muy buena. Es un lugar que está preparado para el turismo internacional y entienden lo importante de la buena atención. La comida es muy buena. El menú es muy generoso, para satisfacer el apetito de cualquiera. Más aún de alguien como yo que nunca come postre. La entrada a pesar de tener muchos elementos tiene un gran equilibrio y mucha complementación entre los ingredientes.
Tengo que decir que la salsa de mango y papaya era deliciosa, excelente combinación con el cerdo que era super tierno La presentación muy cuidada donde mas se aprecia es en la entrada y en el postre, los platos vienen muy bien decorados. El show de tango es de calidad, muy dinámico y hasta divertido ya que hacen interactuar al espectador.
Pienso que es un lugar que no defrauda, si no sabes donde ir, o tenés dudas entre un par de lugares y éste es una de las opciones, podes ir tranquilo que vas a comer muy bien y te vas a divertir.
Fue en el mes de febrero, la excusa, celebrar San Valentín. Fui con mi novia (Laura), previa reserva es un lugar muy concurrido, sobre todo por extranjeros. Asi que si van a ir siempre conviene hacer un llamadito y reservar la mesa.
En este lugar se sirve un menú completo de entrada plato principal y postre, suele haber dos opciones por precio y hay dos precios de menús.
Aquella noche pedí de entrada: ensaladilla con verdes de rúcula, endibias, champignones, tomates secos y concasse de ave, con alineo de oliva, miel y aceto en tulipa de masa crocante. El plato principal fue medallones de cerdo rellenos en salsa de papaya y mango con guarnición de tian de vegetales. El postre mil hojas de manzanas, con helado de mascarpone salsa y figura de caramelo. Quiero decir que no es que me acuerdo de memoria todo esto, acabo de entrar a la página del arrabal y busqué en la carta el menú que habia elegido ya que me acordaba algunos de los elementos del plato).
Bien vamos a lo interesante, el lugar es muy lindo ya había ido un par de veces antes. Está muy bien ambientado y la atención es muy buena. Es un lugar que está preparado para el turismo internacional y entienden lo importante de la buena atención. La comida es muy buena. El menú es muy generoso, para satisfacer el apetito de cualquiera. Más aún de alguien como yo que nunca come postre. La entrada a pesar de tener muchos elementos tiene un gran equilibrio y mucha complementación entre los ingredientes.
Tengo que decir que la salsa de mango y papaya era deliciosa, excelente combinación con el cerdo que era super tierno La presentación muy cuidada donde mas se aprecia es en la entrada y en el postre, los platos vienen muy bien decorados. El show de tango es de calidad, muy dinámico y hasta divertido ya que hacen interactuar al espectador.
Pienso que es un lugar que no defrauda, si no sabes donde ir, o tenés dudas entre un par de lugares y éste es una de las opciones, podes ir tranquilo que vas a comer muy bien y te vas a divertir.
La Nieta `e la Pancha
Fui a este establecimiento en el mes de enero creo que el 28, fue el primer almuerzo luego que volví de las vacaciones en Brasil.
Como referencia física puedo decir que está ubicado en la calle Belgrano frente al paseo de las pulgas.
Ha pasado bastate tiempo pero recuerdo que pedí un plato de sorrentinos con crema de puerros (la verdad no puedo recordar con que estaban rellenos los sorrentinos)
Al lugar lo recuerdo como agradable y acogedor, con un diseño rustico y simple pero muy cálido y confortable. Las mesas son pequeñas, lo que permite estar cerca de la persona con la que compartís el momento. (las mesas grandes son cómodas pero la distancia con el otro comensal vuelven la situación un tanto impersonal, me quedo con las mesas pequeñas, me gusta el clima de intimidad que crea la proximidad física.)
Antes del plato nos sirvieron unas tostadas con una crema que si mal no recuerdo era a base manteca y hierbas. Tengo el recuerdo en el paladar de una textura cremosa, un sabor agradable y delicado. Me gustaría resaltar que si aun me ha quedado grabado un sabor después de haber estado comiendo camarones frescos, almejas y mangos los 20días anteriores, tiene que haber sido mucho más que sabroso.
Pasemos a los sorrentinos, masa casera, sabor equilibrado y armónico. Vino con su correspondiente plato de servicio para mantener el calor.
El mozo, un chico joven, muy cordial y amable.
Ahora que recuerdo este lugar me surge el auto-reclamo de siempre, ¿por qué no he vuelto a este lugar que me gustó tanto? A partir de este momento entra en la agenda para ser visitado y hacer una actualización del comentario. Como resumen puedo decir muy recomendable.
Como referencia física puedo decir que está ubicado en la calle Belgrano frente al paseo de las pulgas.
Ha pasado bastate tiempo pero recuerdo que pedí un plato de sorrentinos con crema de puerros (la verdad no puedo recordar con que estaban rellenos los sorrentinos)
Al lugar lo recuerdo como agradable y acogedor, con un diseño rustico y simple pero muy cálido y confortable. Las mesas son pequeñas, lo que permite estar cerca de la persona con la que compartís el momento. (las mesas grandes son cómodas pero la distancia con el otro comensal vuelven la situación un tanto impersonal, me quedo con las mesas pequeñas, me gusta el clima de intimidad que crea la proximidad física.)
Antes del plato nos sirvieron unas tostadas con una crema que si mal no recuerdo era a base manteca y hierbas. Tengo el recuerdo en el paladar de una textura cremosa, un sabor agradable y delicado. Me gustaría resaltar que si aun me ha quedado grabado un sabor después de haber estado comiendo camarones frescos, almejas y mangos los 20días anteriores, tiene que haber sido mucho más que sabroso.
Pasemos a los sorrentinos, masa casera, sabor equilibrado y armónico. Vino con su correspondiente plato de servicio para mantener el calor.
El mozo, un chico joven, muy cordial y amable.
Ahora que recuerdo este lugar me surge el auto-reclamo de siempre, ¿por qué no he vuelto a este lugar que me gustó tanto? A partir de este momento entra en la agenda para ser visitado y hacer una actualización del comentario. Como resumen puedo decir muy recomendable.
otra observación
Antes de continuar con los comentarios de los lugares que visitado, quiero aclarar que si bien comencé con este blog en el mes de junio, y mi primer post fue la cena de la noche anterior, me pareció válido comenzar con el relato de las experiencias que tuve desde el comienzo del año hasta llegar a al actualidad y a partir de ese punto postear al día siguiente de la visita. Hecha la aclaración sigamos con lo que nos interesa.
miércoles, 13 de junio de 2007
Johnny B Good (Irigoyen)
Anoche ( martes 12/06/2007) fui a cenar a Johny B Good de la Irigoyen. Era mi primera vez en el ese sitio.La primera impresión fue muy buena, ambiente acogedor, luz tenue (como a mi me gusta) mucho espacio disponible, vale aclarar que era martes por la noche, supongo que mas cerca del fin de semana suele tener más concurrencia el lugar. Pedí una "Season Salmón". Ensalda a base de Rúcula ( más que una base, digamos el 80% de la ensalada era rúcula) palta fileteada, tomates confitados, tiras de salmón rosado a la plancha, aros de cebolla frita, tostadas de baguettes y un aliño de crema de mostaza. El plato fue servido en un periodo corto de tiempo siendo una porción generosa a primera vista, las hojas de rúcula se notaban, frescas al igual que el salmón.Pasemos a sabores, en lo particular me pareció que la crema mostaza era demasiado contundente ya invadía y neutralizaba los demas sabores, en lo particular pienso que un buen aceite y un toque de jugo de limón o de pomelo habrían lucido mucho más los sabores de los elementos del plato haciendolo más sutil. Más arriba comenté que la porción parecía abundante a primera vista pero al finalizar el plato note que al volumen lo daban las hojas de rúcula y me quedé con la sensación de algo escaso. Soy Conciente que es una ensalada, no pedí un filet de salmón, pero me parece que le irian bien aunque más no sea unos gajitos de tomates más y un unas rodajas más de palta. Vuelvo con lo de la mostaza, me parece una picardia utilizarla y tapar sabores tan deliciosos.Como final, puedo decir que el lugar me gustó como dije habia luz tenue, musica agradabe y a un volumen que permitía conversar tranquilamente.La atención de las/los mozas/os muy cordial.Del resto de la carta puedo decir que las guarniciones un tanto contundentes para mi gusto, no olvido el origen del restaurant y hábitos alimenticios de dicho pais.
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