viernes, 22 de junio de 2007

Cábala

El Sábado 02/06/2007 fui a cenar a Cábala, es un bistro que se encuentra en Alta Córdoba. Este es otro lugar que conocí por www.baresdealtacordoba.com.ar
Está un poco más alejado que los demás restos de la zona. Fiel al estilo general de Alta Córdoba, Cábala es una casona vieja que se encuentra en una esquina frnte a los hangares del tren . Es un lugar relativamente pequeño, rústico y simple, pero todo armonizado con buen gusto.
Un detalle interesante es que no tienen carta para la elección de los platos, sino que hay que acercarse a la parte principal del local y leer en un pizarrón que se encuentra en la pared las opciones para comer. La moza, muy cordial y amable, nos explicó que esto se debe a que suelen cambiar la “carta” mensualmente. Leyendo un poco en su página web esto era muy común en los bistrós de posguerra, donde se colocaban en un pizarrón los platos del día.
Bueno pasemos a lo que más importa. Yo pedí una trucha con almendras y alcaparras y de guarnición papas noisette a la crema. Mi novia Laura, pidió cazuela de mariscos. La moza nos advirtió que la cazuela iba a tener una demora de 40 minutos. Siempre me parece muy bueno que hagan ese tipo de aclaración, además te da la tranquilidad que vas a comer un plato hecho en el momento.
Como appetizer nos trajeron un babanoush (puré de berenjenas ahumadas) con pancitos caseros. Realmente muy pero muy buenos tanto los pancitos como el puré. Finalmente, llegó la cena sin más demora que la anunciada. La trucha de tamaño más que considerable, realmente generosa. Sobre la trucha venías las almendras fileteadas con alcaparras, no muchas, la cantidad necesaria para contrastar y no invadir, excelente, suitil y delicado. Las papas noisette venías fritas sobre un espejo de crema, suave crema de hierbas. Tengo que decir que la trucha estaba en el punto justo, y los sabores se combinaban contrastando y complementándose de una manera increíble. Sentí en mi boca una danza de sabores que me sorprendió debido a la simpleza del plato. Uno puede esperar este resultado cuando hay muchos ingredientes en juego pero en este caso me sorprendió muy gratamente. Lo primero que se me ocurrió comentar sobre mi plato fue “delicioso”.
Pasemos a la cazuela de mariscos. La sirvieron en una cazuela de hierro, la típica cazuela con orejas, desde lejos al ver eso ya te predispone de una manera especial. Tengo que decir que esta cazuela no sólo es abundante sino que muy variados los mariscos que la componen. Recuero haber visto (más visto, probado pues la porción fue mucho para mi novia así que luego de las trucha me quedó media cazuela para mí) Corrijo, recuerdo haber comido, mejillones, almejas, vieyras, algunas de ellas en sus valvas, (creo que so influye en increíble sabor que tiene) camarones, tentáculos de calamar y decorando por sobre todos los mariscos un gran langostino entero. Me hizo acordar a las mejores cazuelas que podes comer en las zonas de puertos.
Realmente fueron dos platos increíbles, y créanme que a un precio muy accesible.
Para finalizar puedo decir que es100% recomendable, un lugar agradable, muy buena atención, comida deliciosa y precios bajos. Tenés que pasar, por cábala, voy a volver
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